Aunque lo mío han sido asuntos personales muy alejados de la moto, también me he tenido que dar una vuelta por esos mundos. En este caso por Nuremberg, ciudad medieval amurallada que tiene, como podeis ver, unas iglesias "como Dios manda".
Me decepcionaron un poco los alemanes, que me demostraron que quedan un poco lejos del tópico "perfeccionista" que nos venden (mejor dicho, nos vendemos nosotros mismos acerca de ellos). Para ser exactos, no es que estén lejos del tópico, es que nosotros no estamos tan lejos de ellos.
Me encanto la ciudad (sólo vi la parte de dentro de la muralla), los coches y los camiones alemanes (son como los de aquí, pero allí no hay apenas vehículos extranjeros) y empecé a odiar las salchichas bratwurs (o algo así) y el chucrut. Decepcionante hasta niveles tercermundistas el servicio en los restaurantes (quizá por eso tenemos que ir los españoles a servir las salchichas) y maravillosa la cerveza en cuestión de calidad y variedad. Jodidísimo pedirla y entender la carta en deutchland.
Viaje un poco estresante ya que tenía avión hasta Frankfurt y tren hasta Nuremberg en un mundo en el que entender la palabra más sencilla (salida, estación...), es imposible cuando no lo ponía en inglés. Pérdida de maletas incluída, registros minuciosos en el equipaje a la vuelta... una aventura.
Aún así, empiezo a organizar desde ya un viaje para la próxima feria Veterama con ibéricos al vacío en la maleta.
La foto es delante de la iglesia de Sant Lorentz y no soy capaz de que salga derecha. Aunque la gire antes de subirla al Tynipic, sale girada. Lo siento