Partiendo de que cada uno con sus motos hace lo que considera mas conveniente, y que sobre gustos no hay nada escrito (bueno hay mucho, pero alguno no ha leído nada), me gustaría plantearos una pregunta sobre el estado al que “devolvemos” nuestras máquinas.
Un buen amigo, aficionado a los Corvette, me comentaba hace poco que en EEUU, en una reunión había visto un primera serie perfecto, tanto, que la comisión de calificación en lugar de 100 puntos, le había dado 96, porque la pintura era PERFECTA, y no mostraba la “piel de naranja” que solían mostrar al salir de fábrica.
Casi todos, por no decir todos, hemos utilizado pinturas bicapa y barnices de alto brillo, que los pintores de hace cuarenta años ni soñaban, hemos cromado algunas piezas que originalmente no lo estaban, para protegerlas por supuesto, y nos hemos llenado de restos de cera de pulir dejando las botellas de la suspensión o los carteres pulidos a espejo, cuando en realidad algunas de estas piezas eran prácticamente mates.
No nos estaremos pasando, y en cierto modo falseándolas?