La restauración de la moto para mí es un reto. Es como hacer un proyecto final de carrera. En este caso, mi objetivo es dejarla como de casa pero mejor, es decir, atendiendo a los detalles, mejorando lo que salió de fábrica pero sin tunearla.
Puliendo las piezas hasta quitarle las imperfecciones, pintándola con mejor calidad, etc.
Ayer aquí fue festivo por carnavales y yo me pasé el día en mi zulo con la moto. El portazapatas delantero parecía que había ido a la guerra. Tenía picaduras por todos lados. Parece que los que desmontaron el cable del cuentakilómetros no tuvieron miramientos a la hora de darle golpes con la llave y tenía cicatrices por todos lado. Además como tiene el hueco para el reenvío y no se puede terminar de desmontar la rosca de la pletina de sujección es más complicado que el otro de sacarle brillo.
Ya subiré más fotos.
Seguimos adelante.