Re: Explicación breve de la fiesta
Publicado: Dom Mar 01, 2015 10:26 pmDespués de otro fin de semana de motos, coches, camiones, bicis, amigos, gente importante y muchas risas, me siento a contaros un poco como ha transcurrido para mí el evento.
El viernes, después de trabajar y malcomer (la comida en estas ocasiones no me alimenta), agarré el coche y salí como alma que lleva el diablo para tierras levantinas.
A la altura del circuito, llamada al jefe que me recomienda hacer el check-in para el sábado tenerlo hecho y poder entrar sin esperar las colas del año pasado. Después, otro tirón hasta el cuartel general de Motosclásicas.com., donde había quedado con Manolo Microtaller, Laura y Juan (Bultacobo). Aparecen los dos primeros, organizamos alguna cosilla para el día siguiente y a las 21.00 Juan dice que no viene y nosotros nos vamos a La Eliana a cenar.
Después de cenar, cada mochuelo a su olivo porque el que más y el que menos, llevábamos una paliza importante en el cuerpo y al día siguiente hay que madrugar.
El sábado, vuelta a la nave y después al circuito. Acabamos de montar lo que queda, colocamos las motos y nos dedicamos a curiosear lo mucho que hay que ver. Yo concretamente, además, estuve esperando a Javilube que venía de cocinero jefe y entre nosotros dos y Javi Piolín, trasladamos los aperos de cocina desde la puerta del circuito a la "sede" mercuriana.
Este año también teníamos de vecinos a los del Club RD de Valencia, con la particularidad/agravante de que llevaban un banco de potencia y estuvieron todo el santo día subiendo motos y atronando a los que estábamos por allí.
Fuimos a la oficina de carrera a acreditarnos y pagar el seguro para la rodada, diciéndonos que es a las 6 de la tarde. Mientras, Javilube monta la cocina de campaña y se marca una paella para chuparnos nos dedos. Este Javi vale para todo: lo mismo te monta una Ossa de carreras, que una mercurio o te prepara una fideuá o una paella. Gracias, Javi.
Después de comer, el que más y el que menos estábamos tirando a nerviosos ("atacaos", para ser sincero) para que llegase la hora de ponernos el casco y los guantes y marcarnos unas tumbadas de categoría (la nuestra, que no es poca).
Por fin, llega la hora y las motos azules parten a la batalla: teníamos de compañeros a los de las RD, pero mientras nosotros entrábamos por el principio del pit lane, ellos se colaban por el final y salían antes que nosotros: estupendo, porque así, rodamos solos, sin que nos acribillen a pasadas. Las mercurios se defienden lo más dignamente que pueden y los mercurianos salimos de la pista con una sonrisa de oreja a oreja.
Y después, recogida de trastos, despedida y cierre hasta mañana en cuanto a actividades circuiteras. Nosotros quedamos para cenar juntos a las 9. A mí me dio la una metiéndome en la cama hecho unos zorros.
Y sobre las 7, tocan diana. Desayuno, recogida de trastos y al circuito.
Visita de boxes donde estaban expuestas verdaderas joyas de dos ruedas, al parking donde estaban las de cuatro (o más, porque había hasta camiones), fotos, charlas con conocidos y a partir de las dos, yo al menos, volvía a estar "atacao" ya que a las tres teníamos la segunda rodada. Pero ahora totalmente solos porque los de las RD no han salido. ¿Qué más se puede pedir?.
Después de la tanda, comida de hermandad. Y yo, en cuanto he comido, he salido disparado para casa.
Otro estupendo fin de semana que me traigo puesto.
El capítulo agradecimientos es breve pero intenso: gracias al equipo valenciano, con Ignacio al frente, una vez más. No hay palabras para contar cómo organizan todo y cómo colaboran. Gracias a los que habeis ido de fuera por habernos podido ver y haber disfrutado de vuestra compañía.
No he hecho ninguna foto, porque mi móvil no vale nada más que para hablar y la máquina no sé ni dónde la tengo.
Si encuentro algún reportaje por ahí, pondré el enlace.
El viernes, después de trabajar y malcomer (la comida en estas ocasiones no me alimenta), agarré el coche y salí como alma que lleva el diablo para tierras levantinas.
A la altura del circuito, llamada al jefe que me recomienda hacer el check-in para el sábado tenerlo hecho y poder entrar sin esperar las colas del año pasado. Después, otro tirón hasta el cuartel general de Motosclásicas.com., donde había quedado con Manolo Microtaller, Laura y Juan (Bultacobo). Aparecen los dos primeros, organizamos alguna cosilla para el día siguiente y a las 21.00 Juan dice que no viene y nosotros nos vamos a La Eliana a cenar.
Después de cenar, cada mochuelo a su olivo porque el que más y el que menos, llevábamos una paliza importante en el cuerpo y al día siguiente hay que madrugar.
El sábado, vuelta a la nave y después al circuito. Acabamos de montar lo que queda, colocamos las motos y nos dedicamos a curiosear lo mucho que hay que ver. Yo concretamente, además, estuve esperando a Javilube que venía de cocinero jefe y entre nosotros dos y Javi Piolín, trasladamos los aperos de cocina desde la puerta del circuito a la "sede" mercuriana.
Este año también teníamos de vecinos a los del Club RD de Valencia, con la particularidad/agravante de que llevaban un banco de potencia y estuvieron todo el santo día subiendo motos y atronando a los que estábamos por allí.
Fuimos a la oficina de carrera a acreditarnos y pagar el seguro para la rodada, diciéndonos que es a las 6 de la tarde. Mientras, Javilube monta la cocina de campaña y se marca una paella para chuparnos nos dedos. Este Javi vale para todo: lo mismo te monta una Ossa de carreras, que una mercurio o te prepara una fideuá o una paella. Gracias, Javi.
Después de comer, el que más y el que menos estábamos tirando a nerviosos ("atacaos", para ser sincero) para que llegase la hora de ponernos el casco y los guantes y marcarnos unas tumbadas de categoría (la nuestra, que no es poca).
Por fin, llega la hora y las motos azules parten a la batalla: teníamos de compañeros a los de las RD, pero mientras nosotros entrábamos por el principio del pit lane, ellos se colaban por el final y salían antes que nosotros: estupendo, porque así, rodamos solos, sin que nos acribillen a pasadas. Las mercurios se defienden lo más dignamente que pueden y los mercurianos salimos de la pista con una sonrisa de oreja a oreja.
Y después, recogida de trastos, despedida y cierre hasta mañana en cuanto a actividades circuiteras. Nosotros quedamos para cenar juntos a las 9. A mí me dio la una metiéndome en la cama hecho unos zorros.
Y sobre las 7, tocan diana. Desayuno, recogida de trastos y al circuito.
Visita de boxes donde estaban expuestas verdaderas joyas de dos ruedas, al parking donde estaban las de cuatro (o más, porque había hasta camiones), fotos, charlas con conocidos y a partir de las dos, yo al menos, volvía a estar "atacao" ya que a las tres teníamos la segunda rodada. Pero ahora totalmente solos porque los de las RD no han salido. ¿Qué más se puede pedir?.
Después de la tanda, comida de hermandad. Y yo, en cuanto he comido, he salido disparado para casa.
Otro estupendo fin de semana que me traigo puesto.
El capítulo agradecimientos es breve pero intenso: gracias al equipo valenciano, con Ignacio al frente, una vez más. No hay palabras para contar cómo organizan todo y cómo colaboran. Gracias a los que habeis ido de fuera por habernos podido ver y haber disfrutado de vuestra compañía.
No he hecho ninguna foto, porque mi móvil no vale nada más que para hablar y la máquina no sé ni dónde la tengo.
Si encuentro algún reportaje por ahí, pondré el enlace.
