Hola:
Sí, llegué a las 7.45. Sólo me mojé en el trayecto de Guadalajara a Chiloeches (8 km) y fue más el agua de la carretera que la del cielo. Disfruté como un cochino en un charco del día.
Relato la crónica.
Salí a las 9 y muy poco de casa rumbo a la sierra. Al principio la carretera es más bien aburrida, recta y sin mucha emoción.
Paraba de vez en cuando a hacer fotos pero sin bajarme de la moto. El tiempo estaba estupendo para ir en moto, con sol pero para ir muy abrigado.
Una vez que se acabó la parte "aburrida" de la ruta, empezaron las subidas y las curvas. Una delicia porque la moto va cada día mejor y me ofrece mucha confianza. Muchísima curva, mucha subida entre pinos y muchísma atención a las vacas y a las plastas enmedio de la carretera. El tráfico es algo inexistente por allí.
Una vez en Galve de Sorbe, empieza lo que es para mí el trozo con más encanto de la ruta: una inmensa pradera a la derecha de la carretera, salpicada de vacas, toda verde. Infinita. El firme es bueno, la temperatura también, la moto va como se espera...el paraíso.
Pero pronto se acaba lo bueno. Es llegar al límite con Segovia y la carretera hasta Ayllón es un peligro: socavones, gravilla, trozos con el asfalto levantado... despacito y buena letra.
Una vez pasado Ayllón el firme es algo mejor y los paisajes también. Empiezo a ver el embalse de Linares a la izquierda, las buitreras a la derecha y al fondo el pueblo de Maderuelo. Os lo recomiendo sinceramente.
Continúo hacia Aranda y paro en Fuentelcésped a visitar a unos amigos, No se encuentran en casa y continúo hacia Fuentespina. Allí llamo en casa de Rafa, otro amigo que tampoco está, pero su mujer me pone en contacto con él y quedamos en el restaurante en el que había quedado con Antroxu. Yo llego antes, cervecita con torreznos y se presenta Rafa con una Brio 90 a la que venía de pasarle la ITV. Me dice que mientras viene Antroxu, le acompañe al pueblo de al lado, que tiene que ver a otro amigo común. Accedo, nos ponemos en marcha y a los 200 metros nos cruzamos con Antroxu (en adelante, Luis). Charlamos un rato y Rafa se vuelve a su casa y nosotros al restaurante porque era casi la hora de comer. Pero antes, quedamos para hacer un trozo de mi ruta juntos por la tarde.
Hacemos las fotos de rigor, entrega de testigo, firmas, abrazos... y, sin más tonterías, nos ponemos a la mesa.
Después de comer, volvemos a Aranda, pongo gasolina y volvemos a Fuentespina donde nos esperan, Rafa, Rober y su hijo Unai. Nos encaminamos a Maderuelo por una ruta alternativa a la que llevé yo por la mañana. Tomamos café en un garito al lado del pantano y nos citamos para próximos eventos.
Yo salgo a las 5 y media hacia casa y,
sin parar salvo para un par de fotos y para ponerme los pantalones de agua, llego a las 7 y media.
Han sido 353 km que he disfrutado como nunca.
Unas fotos.
Este monte con la cima plana lo llaman "la muela" y al puntiagudo "el colmillo"
El monte del fondo lo llaman "el Ocejón" y tengo que pasar al lado.
Lo peor de la ruta fue el tráfico.
El entorno.
El Ocejón mucho más cerca. Abajo a la derecha se puede ver Valverde de los Arroyos, uno de los pueblos típicos de la llamada "arquitectura negra" por la pizarra de las construcciones.
Galve de Sorbe con su castillo.
La infinita pradera de Galve.
Ayllón
Maderuelo y el pantano de Linares
Ya de vuelta, ¿me mojaré?
El Alto Rey y el arcoiris
No tengo ninguna foto de la entrega ni del grupo. Si Luis puede, que las ponga. Intentaré que Rafa me mande las que hizo él.