Me cago en la leche, menuda papeleta. De todas formas me alegro muchísimo de que no haya sido nada y todo haya quedado en un susto. La verdad es que estas situaciones hacen recapacitar sobre muchas de nuestras actitudes cotidianas y que por efecto de esa cotidianidad no nos damos cuenta.
De cualquier manera te diré que esa sensación creo que la tenemos todos los padres que, cuando nos damos cuenta, los pollos se nos van del nido y siempre queda esa sensación de que no lo hemos hecho todo lo bien que hubiésemos debido hacerlo.
Animo, amigo, un abrazo muy fuerte y que os mejoreis.